«El sufrimiento humano suscita
compasión; suscita también respeto, y a su manera, atemoriza. En efecto, en él
está contenida la grandeza de un misterio específico [...] el hombre, en su
sufrimiento, es un misterio intangible» JP II.
Aunque el dolor es una de las
experiencias más comunes de la vida, siempre sorprende y continuamente nos
exige aprender y adaptarnos a las nuevas circunstancias. San Josemaría nos dio
una clave para entender esta sin razón del dolor en el hombre: «No olvides que
el Dolor es la piedra de toque del Amor» decía el fundador del Opus Dei.